No sólo Frivolidades

Autoreflexiones de una pensadora compulsiva. Inquieta por naturaleza y con pánico al aburrimiento y a la inactividad.

domingo, 31 de octubre de 2010

Menú del día (texto escrito durante mi estancia en Londres)





Vamos ha hacer una ruta gastronómica por la capital inglesa. En Londres puedes encontrar todo tipo de comida de cualquier parte del mundo, bien preparada, en restaurante o en el supermercado. India, tailandesa, pakistaní, iraní, marroquí, española, argentina, mejicana, francesa, americana (¿cómo no? Y en todas sus variedades), italiana, china, japonesa, brasileña… y el “fish & chips”. Porque los ingleses tienen todo tipo de comida, menos la inglesa. Por partes.
  La inglesa (fish & chips, y nada más, porque el té no cuenta) consiste en un pescado (da igual cuál, así de inglés es) mezclado con huevo y harina, rebozado y frito, acompañado de patatas fritas. He aquí, señores, la gastronomía típica. Como la receta es escueta, voy a seguir hablando de algunos de los alimentos que nos encontramos en el súper.
La carne. Podríamos decir que la inglesa es de ternera y de pollo (me lo cuestiono bastante). Ciñéndome a lo que mis ojos vieron: Cuando pones un trozo en una sartén se pierde entre tanta agua que suelta, y el sabor se perdió por el camino, porque a mi boca no llegó.
La leche, que no se mide en litros, no está el estante de la comida envasada, porque cada día el lechero trae una botella de algo más de un litro (para 6 personas). Los fines de semana se compra una botella de plástico del súper y listo). Digamos que esta botellita se invierte sobre todo en el té, inglés, con leche.
La fruta es preciosa. Mucho color, muy brillante y todas perfectamente iguales. Las manzanas por ejemplo, parecen sacadas del cuento de Blancanieves. Además, crujientes y con certificado de origen (británico). Los vegetales también son preciosos y bellos… En realidad tanta belleza que hace dudar de la originalidad de estos alimentos. ¿Cómo lo harán para tener clones de frutas? Porque la naturaleza hace de cada fruto (y nunca mejor dicho) una pieza única. Supongo que la respuesta está en lo artificial de la comida británica en general. Que de natural tiene la foto del envoltorio.
Los yogures son lo mejor. Enormes (hasta de 1 litro), de todas la variedades que se te puedan ocurrir, pero sobre todo griego. Poco más que añadir.
Pero lo mejor sin duda es el pan. No por el alimento en sí, sino por el tema. Daría para hablar un periódico entero. Puedes encontrar de todos los cereales, formas y colores, menos el del panadero de toda la vida. Todos son blandos, como el de las hamburguesas del McDonald, y de molde. Duran más de una semana (en mi casa si pasaba un día había que tirarlo, o sea: cuántos conservantes tendrá, o de qué narices estará hecho). Cuando encuentras uno medio normal, y lo sacas de la bolsita de papel, ves que deja una mancha sospechosa de poco sana, como de aceite (ojala fuese aceite y punto). Entonces todas tus esperanzas de hacerte un bocadillo de jamón en condiciones desaparecen. Y no por el jamón (que ya es otra), sino por el pan: el básico de toda la vida. Por todo ello, me he pasado a la cursilería londinense de la avena. Eso si, ayer encontré barras de pan de las que podríamos considerar normales, y me la comí entera.
Será por esto que puedes desayunar café transparente con leche de cabra y azúcar de frutas, con galletas de avena y jengibre, medio kilo de yogur y un puñado de gominolas. Podemos tomar algo ligero a media mañana por nuestro estómago revuelto del desayuno; ¿qué tal un agua con gas, soda de crema de vainilla con 3 calorías? Para el lunch hoy sushi en un buffet libre, de postre: café de Starbucks en el que la cola para pedir llega hasta afuera del local. Merienda??? Nada, mejor cena, porque aunque son las 18:00 hacen ya tres horas que es de noche; salmón bañado de miel al horno, y más galletas de avena de postre. A las 22:00 el estómago llama de nuevo, más avena y tortitas de maiz de snack. Igual cojo alguna fruta, y así me acuesto pensando lo sana que soy. No es irónico, este fue mi domingo anterior. Así que os dejo, que estoy agotada de tanta digestión.

miércoles, 27 de octubre de 2010

La Metamorfósis del Narciso




 Es increíble la maravilla que puede salir del hombre. Claro ejemplo es la pintura de Dalí, Metamorfosis de Narciso. Maravilloso por su historia mitológica, maravilloso por su color, maravilloso por su creación artística, maravillosamente te obliga a embobarte cuando la contemplas desde un metro de distancia, desde diez, en el Tate Modern (Londres). 

Drama humano del amor, la muerte y el narcisismo en psicoanálisis bajo un plano en dos dimensiones, cargado de colores. El desplazamiento de la libido del individuo hacia el propio cuerpo, hacia el "yo" del sujeto (Introducción al psicoanálisis, Freud). 

Maldecido por la diosa Hera, Narciso muere por vanidad, al quedarse embobado (como cualquiera que contemple la pintura) con el reflejo de su propia imagen en el río. Deslumbraba por su belleza, y terminó por no reparar en aquellos a quienes enamoraba. La flor del narciso nación en el lugar en el que éste murió. 

Pero sin entrar en teorías psicoanalistas, paranoias y métodos "paranoico-críticos", me quedo con los colores que atrapan. El azul intenso de la esquina inferior izquierda y superior derecha, en tensión con el fondo rojo cerámico que quema sólo con mirarlo. El tablerito de ajedrez, brillante, al fondo, blancos y negros, y el pequeño gran ejército que anima la tristeza del mensaje. Y la brillantez indiscutible del Narciso de cabeza gacha al lado de la paranoica interpretación del artista. La escultura pictórica de la mano triste de piedra, sujetando el huevo del que nace el narciso metafórico. Ambos narcisos entristencen, tensionandote por el fondo de fuerza inconmensurable.


Cuando esa cabeza se raje
cuando esa cabeza estalle 
será la flor,
el nuevo Narciso
Gala, 
mi narciso.

lunes, 18 de octubre de 2010

Branqueas y a vivir bajo el mar!!



He tenido que vivir en el Reino Unido para darme cuenta de la gran diferencia de concienciación ciudadana en cuanto al tema del reciclaje. Vivimos en planeta amenazado seriamente por el calentamiento global. A pesar de que políticos y fuerzas económicas se empeñan en ocultarlo o maquillarlo debido al propio beneficio,  documentales (como "Una verdad incómoda", de Al Gore) y vivir en la era de la información (donde todos tenemos un fácil acceso a ella), nos acercan la seridad en la que ya estamos inmersos.





En mi casa en Londres, regularmente se repartían casa por casa unas bolsas-saco naranjas en las que se desechaban: papel, plasticos, latas, briks, vidrios... Sencillo y eficaz. El resto, la basura orgánica y otros no reciclables se depositaban en las bolsas corrientes de basura. En España, si quieres reciclar tienes que tener varios cubos de basura: papel, vidrio, plástico, latas, pilas, y la bolsa negra corriente para el resto. Pero la aventura no acaba aquí. Cuando sacas la basura, tienes que ser prácticamente un superhéroe para localizar cada contenedor. Y más aún: el amarillo, plásticos: pieza por pieza tienes que sacar para introducir (pieza por pieza) y arreglartelas de que quepa, el orificio de estos contenedores es mínimo. Igual ocurre con los vidrios. El papel es algo más sencillo. ¿Es realista que las autoridades pretendan concienciar y conseguir que la gente se levante media hora antes para atar bolsa por bolsa, desarrollar tantos brazos como un pulpo para cada bolsa, localizar cada contenedor, e introducir pieza por pieza en cada contenedor, un día, supongamos, de lluvia? Y como siempre ocurre, los malos y los no concienciados somos los ciudadanos.


Otra curiosidad inglesa fue ver con la "cara de curiosos", miradas que atraviesan, de aquellos ciudadanos al ver que no llevas tu bolsa ecológica, sino que utilizas las de plástico del supermercado. Aún nos queda por aprender.

De acuerdo que los recursos están para satisfacer nuestras necesidades, pero estamos abusando de la madre naturaleza. Consumimos a un ritmo acelerado, sin dejar el tiempo suficiente para que estos se vayan renovando. Fábricas, desintegraciones, gases y un gran número de acciones cotidianas irresponsables provocan el calentamiento de la atmósfera, la capa de ozono se destruye, dejando filtrar los rayos solares que calientan la masa de agua a un ritmo exponencial, provocando vapores de agua. Éstos darán lugar a grandes lluvias. Los polos se derriten a un ritmo frenético, llegando este deshielo al mar, haciendo subir su nivel, el cual engulle nuestras orillas marítimas. Si seguimos así, más nos valdrías desarrollar branqueas y aletas, viviríamos "bajo el mar", como cantaba el cangrejo Sebastián.




- Compramos, supongamos, un pack de tres briks de zumo individual. El zumos lo contiene un cartoncito formado  por 6 capas (polietileno, polietileno, aluminio, polietileno, cartón y polietileno otra vez), que a su vez lleva una pajita de plástico envuelta en una fundita de plástico. El pack te tres zumitos lo contiene un plástico transparente, que al pagar, metemos en nuestra bolsa de plástico. Estos "plásticos" tardarán entre 100 y 250 años en desintegrarse. y nos habremos bebido el zumo en unos minutos.

- Cada botella de agua que compramos en el supermercado ha necesitado el triple de su cantidad para llegar a nosotros. Y apesar de que pensemos que es "chic" (chic-quitos idiotas que somos), el agua del grifo, por lo general, es mas beneficiosa para nuestro organismo.

Me parece que no queremos abrir los ojos al problema, y menos a la solución. Los grandes nos culpan a los pequeños ciudadanos, pero es que precisamente ellos, que sí que tienen un poder factible, le dan la vuelta a la tortilla. Necesitamos concienciación y educación, pero también más contenedores, y medidas; como las inglesas, en las que, lástima de ti, si en una de las habituales inspecciones de basura descubren que has metido un producto reciclable en la "bolsa negra". En la "Bolsa Negra" metía yo a más de uno.

jueves, 14 de octubre de 2010

La muerte de la belleza

Igual que vivimos en una sociedad carente de valores. Nuestro sistema de valores católico está siendo rechazado con el peligro de no tener alguno que los reemplace. Hablo de la sociedad en general, que busca refugio en sucedáneos evasivos. No juzgo ahora si los valores católicos se adecúan o no a nuestro tiempo, lo que temo es la ausencia del suplente. Proclamamos un yo sin regirnos por un patrón que de coherencia a nuestras vidas, llegando a la desorientación.



Cuando eres niño, sin explicarte más te dicen "caca" por meter las manos en la tierra. Pero es que esa visión limpia de la experiencia que es vivir permite que disfrutes la belleza del tacto de la naturaleza. Estamos asesinando el disfrute de la belleza, con con ello, la belleza en si. Lo políticamente correcto limita el estudio visual, está prohibido argumentar por tu aspecto, dejarse llevar por el color. Si eliges un helado simplemente porque el color te fascina, es que no eres racional. Las ciencias están haciendo avanzar al hombre increiblemente, a cambio de reemplazarlo por máquinas y teorías.

La belleza está en el detalle. Debemos educar nuestras miradas, pues de ellas depende apreciar el detalle, desapercibido pasa por nuestro ritmo frenético. No tenemos tiempo de pararnos a prestare atención, y si tubiéramos ese tiepo, ya nos encargaríamos de ocuparlo con "cosas más importantes".

Qué mejor belleza que el cuerpo humano. Lo cubrimos por pudor y complejo, y por estupidez a veces. El patrón actual marca que cubramos esta belleza: maquillajes que modifican nuestras caras, melenas manipuladas hasta ser otras, ropas que distorsionan y cambian por completo nuestros cuerpos. Operaciones estéticas como tareas cotidianas, deforman puntos de exquisita belleza exagerando el pequeño detalle. Ese detalle, el natural, quién se para a verlo. La belleza muere, porque las miradas son vagas, y prefieren seguir unos patrones o moldes establecidos. Así no tenemos que pararnos sentados, a observar para apreciar las diferencias entre seres u objetos. Es más cómodo que me digan lo que debe ser bonito, lo que el otro considera bello, y aceptarlo como un gusto apropiado como personal.




El arte queda en manos de las clases elitistas. A la clase media no nos es tan fácil ser educados en el delicioso campo de la estética (entendido como aquello aprehendido mediante la sensibilidad-sentidos). La Ciencia y la Tecnología es el futuro. Para ser un hombre de provecho, más te vale olvidarte de sandeces y cursiladas, ¿no es así?

El arte es inútil. Inútil es aquello que no pertenece a la eficacia de cubrir una necesidad básica, como comer o resguardarse del frío. El hombre, no sólo ingiere alimentos, sino que hace de ellos un arte y los condimenta para hacerlos bellos a su paladar. Eso es más comprendido en general. Pero igual ocurre con la inutilidad de la pintura, que no es más que la expresión mediante formas, más o menos metodológicas. Expresión como la danza. El detalle de una determinada forma de una ventana.  Y lo estamos perdiendo, porque lo estamos subestimando. Estamos perdiendo nuestros sentidos de apreciación.

Por suerte, es una generalidad y hay mucha gente que es consciente del disfrute de la belleza.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Almas encallecidas

Día 12 de octubre del presente año en Granada. Estoy sola en mi piso de 4 estudiantes por ser puente. Decido salir. Como sé que, apesar de ser fiesta nacional, las tiendas abren, me voy de compras por la calle Recogidas, corazón comercial Granadino. Compruebo que no soy la única. 

Salgo de Zara, situada en la esquina más concurrida de esta famosa calle. Hay una anciana de unos 85 años anunciando a gritos que "tiene" (vende) pañuelos (de papel). Y subo Recogidas. A la media hora la bajo, la anciana sigue en la esquina. Esta vez sentada en el escalón de nombrada tienda. Será que descansa, igual ha tirado la toalla respecto a su "venta". 



Esta vez me fijo en ella. Encogida por los años, calza unos zapatos de lona azulmarino de cordones. Se enfunda un abrigo tres cuartos de paño gris por el que asoma una falda a la rodilla de color burdeos. Se cubre con unas gafas de sol oscuras, a pesar del gris día que llevamos. No sería la anciana con la que, en caso de no estar tirada en un bordillo o gritando "pañuelos", pareciera estar en desesperación y necesidad. Intuyo que quizá sufra un inesperado problema económico. 
¡Y nadie le hace caso! Absolutamente nadie. Es increíble. Es la esquina con más movimiento en la "calle de las compras" de Granada, nadie la mira. ¡Es que somos malos! Esta sociedad consumista nos ha endurecido el corazón. Por propio egoísmo, pensar que seremos todos ancianos, a los que podría sorprendernos la vida y encontrarnos en la desesperación; nadie se solidarizaría con nosotros, tal como hacemos. Somos unos miserables consumistas insaciables. Queemos más y más aunque no nos sirva para nada. Padecemos de una especie de Síndrome de Diógenes, almacenando productos superfluos, encalleciendo nuestras almas ignorando conscientemente a quienes pasan por nuestros ojos y de verdad lo necesitan.



Y mi estómago se quiere salir por mi boca, y lloro. Y más que debería llorar. Poque yo soy otra criatura más de esta sociedad consumista encallecida. Y, egoístamente, me da miedo encontrame en la situación de esta anciana. Y mis problemas estúpidos me impiden solidarizarme.

¡Pero quién soy! ¿Qué clase de persona soy?
¡¿Quñe mundo es este?!

lunes, 11 de octubre de 2010

Narcisismo Vs falta-de-amor-propio

Cada vez tenemos más artúculos, reportajes y referencias sobre lo mucho que nos gusta nuestro ombligo. Canalizamos, según éstos, nuestro narcisismo mediante redes sociales como Facebook o Twitter: necesitamos que los demás estén al día de nuestra vida. Pero, ¿es por narcisismo o es porque queremos ratificar ante los demás que nuestra vida requiere atención ajena?

Los medios se hacen eco de los twitter de los famosos, de las fotos que cuelgan o lo que nos cuentan sobre su ámbito personal. Puede ser que esta gente sea ególatra, pero simplemente puede ser una cuestión de fama. Medir su importancia por el número de seguidores, o la actividad de quienes los leen. Pero esta necesidad de fama no está sólo en estas personas (o personajes) públicos. Y no se refleja sólo en las redes sociales.

Andamos cubriendo el espejo de nuestra alma con gafas de sol (cada día más grandes), nos envolvemos en el sonido de nuestro MP3, no miramos a la gente con la que nos cruzamos. Nos aislamos y deshumanizamos. Queremos marcar lo diferentes que somos al resto y lo que hacemos es imitarnos los unos a los otros. Nos vemos especiales por crear, pero sin saberlo nos entristecemos porque nuestra creación está basada en las ya existentes. Nuestro ego se encuentra con la falta de amor propio. Narcisimso Vs falta-de-amor-propio.

Vivimos una profunda crisis. El problema no es sólo ésto, sino el clima de miedo al fracaso que se ha construido. Los tiempos son duros, pero un escudo importante es la actitud. La aceptación de un fracaso se ha propagado eponecialmente. Hemos creado una nube entre todos condicionando nuestro comportamiento a ella. A Carlitos le fue mal, yo no sé quién es Carlitos, pero asumo que a mí me irá igual, por tanto evito emprender, buscarme un futuro. Se aunaron malos tiempos con la asuencia de confianza, y lloramos sobre esta nube. Fracasar es no intentarlo, la constancia y la valentía escasean.

Las parejas fracasan, y se perdonan u olvidan por miedo a quedarse solo. Por miedo a que nadie más se fije de nuevo en nosotros, porque no nos valoramos. Nos exponemos constantemente mediante estas redes, pero ya no somos valientes. Utilizamos un lenguaje diferente en estos soportes al que cara a cara halamos. Expresiones incoherentes y diferentes. Mostramos dobles caras.

¿Quiénes somos? He aquí el punto de partida para ser feliz. Re-conocernos. Asumir nuestros defectos y virtudes. Ni los defectos son tan malos ni las virtudes tan buenas. Pero esos somos nosotros. Se trata de no ocultarnoslo.A partir de ahí: vivir.

Mírome al espejo,
veo el reflejo de lo que se supone que soy.
Soy quien soy, soy quien creo que soy,
quien los demas creen que soy.
¿Pero quién me gustaría ser?

Fuerza que escondí,
siéntate conmigo y reflexionemos.
Sólo me conoceré así: conjunto de virtudes y defectos
en evolución sin descanso,
en proceso de autorreconocimiento,
con objetivo felicidad.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Esgoísta (I)


Según la Real Academia de la Lengua, el término "egoísmo" significa: Inmoderado y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmediadamente al proppio interés, sin cuidatse del de los demás. Pero creo que no hay que llegar tan lejos. Yo diría que el egoísmo es la conducata que antemone el propio interés. El opuesto de "altruismo": el dar sin recibir de toda la vida, la conducta que nos "enseñan" desde pequeños ("niño, hay que compartir, reparte las pipas y deja tus juguetes"). Creo que todos nos podemos ver reflejados tanto en la idea del propio interés, como el tener que repartir las pipas.

Somos generosos, en general. Eso no lo voy a negar. Pero, ¿cuál es el fin de esa generosidad? Nosotros. Socialmente, debemos compartir y mirar por los demás, pero es qye si no tomamos esta conducta estamos fuera del sistema social. Luego soy bueno porque si no me quedo solo, me rechazan. Reparto mis pipas, porque ahora que soy mayor entiendo que, si hoy yo no te doy, mañana no me darás. Si yo no tomo una conducta de buena amiga, mañana no la tendré. No soy egoísta porque obtenga un beneficio económico o material, sino porque tengo una amiga. Te ayudo, y me quedo con la tranquilidad de que mañana tú me ayudarás. Somos SOCIALMENTE-CORRECTOS. Si no lo somos, no vivimos agusto. Mi interés personal dentro del colectivo social. Doy a los demás, pero ¿verdaderamente "daría" si supiera que en la situación inversa lo que me darían a mí sería la espalda? Soy bueno, pero no soy tonto, decimos.

En el mundo laboral es igual. Qué hay de aquellos directivos que se dejan la piel en su puesto. Qué fascinante: ¡Lo dan todo por su empresa! Hasta son capaces de sacrificar (en algunos casos) hasta a sus familias. Qué altruista... ¿seguro? PEro a cambio hay un salario enconómico (que no dudo de su justicia), una seguridad de permanecia en la empresa, un poder, una posición de superioridad que mina nuestro complejo inherente. No hay duda, si esta empresa me da la patada, yo le reclamaré lo "no-egoísta! que yo fui para con ella...

Una persona puede contruibuir a un acto de caridad para ganarse respeto dentro de su propia comunidad, o para sentirse mejor consigo mismo, con su conciencia, etc. Volvemos a lo mismo: a mi propio interés. Si me siento bien, lo hago. Determinados actos de voluntariado, nobles donde los haya. Este verano oí preguntar a un voluntario: Y te tienes que sentir muy bien, ¿verdad?, yo quiero hacerlo. 


Yo me quedo con el el "altruismo recíproco": ambas partes salen beneficiadas, como el mencionado voluntariado. Y es que tampoco dañamos a nadie si altruistamente conseguimos un beneficio. Si los famosos, como A. Jolie consiguen una buena imagen prestándose a estas ONGs, bienvenidos sean. De hecho, si yo pudiese, establecería la acción del voluntariado como obligatoria para todos los jóvenes, una especie de nueva mili. Si el mundo se rigiera no por egoísmos-altruismos, sino por el altruismo recíproco, el mundo sería mucho mejor.

Reconozco una conducta altruista al 100%: la de una madre a su hijo. Siempre da, nunca pretende recibir, siempre perdona. Y dicen que el amor, pero como no conozco de primera mano ninguna de estas excepciones,  me queco con la creencia de que el acto altruista es una inteligente estrategia ideada por los egoístas.

Seré egoísta, pero lo reconozco.

lunes, 4 de octubre de 2010

Ya era hora...

¿Una periodista con titulación y vocación en el siglo XXI sin un blogg? Cierto, incoherente. Así que voy a empezar a darme algo más de coherencia. 

Aunque ya que menciono mi amado término "incoherencia", voy a hacer llegar algo que siempre anda candente en mi cabeza. De por sí, mi cabeza nunca para (y me alegro) por nimio o supérfluo que sea el asunto. Nunca para. He aquí la TEMÁTICA de esta empresa. Asuntos mil, reflexiones proporcionales y desproporcionadas. Obviedades ocultas por la hipocresía, como que todos prejuzgamos; los disparates de imagen de más de uno; la política sin ideales de la que todos soamos dar una idea; EGOÍSMO (apasionante); muchos y enredados, curiosos y desapercibidos asuntos que estaré encantada de que me rebatáis. Porque la verdadera inteligencia parte de la predisposición de cambiar nuestra opinión al atender al otro. Ayudadme a cambiar mis opiniones rebatiéndome. 

Volviendo a donde partía: la incoherencia. 

          "¿Porqué me pides un razonamiento lógico
           a la pasión incoherente de mi parte animal?
           Me gusta seguir un patrón en mi vida,
           qué absurdo si no puediera salirme de él. 
           Soy hombre, soy animal, razón he instinto. 

          No distorsiones el segir una pasión.
          No es sucio, es parte de mí, es parte de todos. 
          También tu deberías saber disfrutar tu dimensión pasional.
          Reconócete.Inténtalo.
          Luego vuelves y me exiges ese razonamiento lógico
          y la coherencia.

          Déjame ser coherentemente persona
          con su incoherentemente parte pasional".

Ya era hora, ¿no?