No sólo Frivolidades

Autoreflexiones de una pensadora compulsiva. Inquieta por naturaleza y con pánico al aburrimiento y a la inactividad.

lunes, 18 de octubre de 2010

Branqueas y a vivir bajo el mar!!



He tenido que vivir en el Reino Unido para darme cuenta de la gran diferencia de concienciación ciudadana en cuanto al tema del reciclaje. Vivimos en planeta amenazado seriamente por el calentamiento global. A pesar de que políticos y fuerzas económicas se empeñan en ocultarlo o maquillarlo debido al propio beneficio,  documentales (como "Una verdad incómoda", de Al Gore) y vivir en la era de la información (donde todos tenemos un fácil acceso a ella), nos acercan la seridad en la que ya estamos inmersos.





En mi casa en Londres, regularmente se repartían casa por casa unas bolsas-saco naranjas en las que se desechaban: papel, plasticos, latas, briks, vidrios... Sencillo y eficaz. El resto, la basura orgánica y otros no reciclables se depositaban en las bolsas corrientes de basura. En España, si quieres reciclar tienes que tener varios cubos de basura: papel, vidrio, plástico, latas, pilas, y la bolsa negra corriente para el resto. Pero la aventura no acaba aquí. Cuando sacas la basura, tienes que ser prácticamente un superhéroe para localizar cada contenedor. Y más aún: el amarillo, plásticos: pieza por pieza tienes que sacar para introducir (pieza por pieza) y arreglartelas de que quepa, el orificio de estos contenedores es mínimo. Igual ocurre con los vidrios. El papel es algo más sencillo. ¿Es realista que las autoridades pretendan concienciar y conseguir que la gente se levante media hora antes para atar bolsa por bolsa, desarrollar tantos brazos como un pulpo para cada bolsa, localizar cada contenedor, e introducir pieza por pieza en cada contenedor, un día, supongamos, de lluvia? Y como siempre ocurre, los malos y los no concienciados somos los ciudadanos.


Otra curiosidad inglesa fue ver con la "cara de curiosos", miradas que atraviesan, de aquellos ciudadanos al ver que no llevas tu bolsa ecológica, sino que utilizas las de plástico del supermercado. Aún nos queda por aprender.

De acuerdo que los recursos están para satisfacer nuestras necesidades, pero estamos abusando de la madre naturaleza. Consumimos a un ritmo acelerado, sin dejar el tiempo suficiente para que estos se vayan renovando. Fábricas, desintegraciones, gases y un gran número de acciones cotidianas irresponsables provocan el calentamiento de la atmósfera, la capa de ozono se destruye, dejando filtrar los rayos solares que calientan la masa de agua a un ritmo exponencial, provocando vapores de agua. Éstos darán lugar a grandes lluvias. Los polos se derriten a un ritmo frenético, llegando este deshielo al mar, haciendo subir su nivel, el cual engulle nuestras orillas marítimas. Si seguimos así, más nos valdrías desarrollar branqueas y aletas, viviríamos "bajo el mar", como cantaba el cangrejo Sebastián.




- Compramos, supongamos, un pack de tres briks de zumo individual. El zumos lo contiene un cartoncito formado  por 6 capas (polietileno, polietileno, aluminio, polietileno, cartón y polietileno otra vez), que a su vez lleva una pajita de plástico envuelta en una fundita de plástico. El pack te tres zumitos lo contiene un plástico transparente, que al pagar, metemos en nuestra bolsa de plástico. Estos "plásticos" tardarán entre 100 y 250 años en desintegrarse. y nos habremos bebido el zumo en unos minutos.

- Cada botella de agua que compramos en el supermercado ha necesitado el triple de su cantidad para llegar a nosotros. Y apesar de que pensemos que es "chic" (chic-quitos idiotas que somos), el agua del grifo, por lo general, es mas beneficiosa para nuestro organismo.

Me parece que no queremos abrir los ojos al problema, y menos a la solución. Los grandes nos culpan a los pequeños ciudadanos, pero es que precisamente ellos, que sí que tienen un poder factible, le dan la vuelta a la tortilla. Necesitamos concienciación y educación, pero también más contenedores, y medidas; como las inglesas, en las que, lástima de ti, si en una de las habituales inspecciones de basura descubren que has metido un producto reciclable en la "bolsa negra". En la "Bolsa Negra" metía yo a más de uno.

2 comentarios:

  • A las 10/18/2010 , Anonymous Alberto ha dicho...

    En 1854, el presidente de Estados Unidos, Franklin Pierce envió una oferta al jefe Seattle, de la tribu indígena Suwamish, para comprarle unos territorios al noroeste del país, lo que hoy se conoce como el Estado de Washington. La respuesta del jefe Seattle es uno de los manifiestos más hermosos que se han hecho en favor del medioambiente. No tiene desperdicio

    www.elvortice.es

     
  • A las 10/20/2010 , Anonymous Anónimo ha dicho...

    ¿Me permites que te regale un librito? Así podré demostrarte, además, que la fantasía no está reñida con el compromiso por el medio ambiente (por ejemplo). Se trata de "El nombre del mundo es bosque", de Ursula K. Leguin.

    Fali.

     

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