No sólo Frivolidades

Autoreflexiones de una pensadora compulsiva. Inquieta por naturaleza y con pánico al aburrimiento y a la inactividad.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Hoja de otoño

How many times have I told you, never forget who you really belong to...
How many things have I  shown you, today, today, today...

¿Soy yoy? ¿Asusto? Eres tú, y por eso has de estar sola... como la hoja rota ocre que cae del árbol de enfrente: se cae, seca, y se queda en el suelo....
Y se cae, y nadie la ve, se agrieta hasta partirse. Su pequeña alma de vida se raja, hasta que alguien llega y la pisa. Y cruje. La puede oir, y pueden mirarla. Pueden seguir su camino. Esa es la vida. Pero la vida de la hoja sigue allí. Todos saben de la belleza y vitalidad que la hoja seca y agrietada de otoño supone; supone el paso del tiempo, el paso de la vida.

Muchos me han preguntado por ti, pero no los he creído dignos de tu disfrute. Porque tú sola estas mejor, hoja de otoño. Hoja que se agrieta sola mientras la pisan. Y la vida pasa, y la hoja se agrieta. Y la hoja se ve en el reflejo de un charco de noviembre, y se ve sola, llora y se agrieta más. La hoja se parte, y llora, y no le vale de nada, porque nadie es digno de sus lágrimas según su árbol. Y es un árbol sabio que la quiere y pena su caída, pero grita que "mi hoja no! Tú no la mereces, ella vale mucho".

La hoja sigue en el suelo, y tirita. No le afecta el frío, extranjeros aires más fríos le dieron. Pero el tiempo andaluz no consuela su tambaleo. Nació allí, y allí la buscarán. "Pero esos no son para ti", insiste su tronco, valorable y robusto, y admirable en donde los haya.

La hoja entiende, comprende. Pero sigue en el suelo, tirada, caída, rota. Agrietándose. Porque nadie es merecedor. ¿Eso es la vida? ¿Quién juzga el destino de la hoja? ¿Quién, joder? ¿Quién responde? Porque duele, y agrieta el corazón. Y el corazón se cansa, porque lleva mucho teimpo latiendo solo; para sólo dar savia de la que aporta, pero no enriquece su amor, el motor que mueve el mundo. Lo sabe, pregunta, y cuestiona por tal ventura. Pero no le contestan, sólo oye: "ése no, ese no te vale, ese no espara ti, mereces algo mejor".

Sigue, hoja sola, que es a lo único que te han enseñado. Y si lloras, que no te oigan. Que tú no has nacido para llorar, sino para seguir adelante.


3 comentarios:

  • A las 11/07/2010 , Anonymous Alberto ha dicho...

    La vieja oja caída de otoño es la esperanza de una verde y robusta oja de primavera. Llora oja de otoño, que algún día todos los pájaros querrán reflejarse en tu espejo de sabia verde!

     
  • A las 11/11/2010 , Blogger María Linares ha dicho...

    Parece que la confusión de Ojear-Hojear me confundió, más si consideramos las circunstancias de escribir bajo los efectos del alcohol a casi las 7 de la mañana. Perdón!!

     
  • A las 12/27/2011 , Anonymous Anónimo ha dicho...

    Mm yo me pregunto,, y que hace una ebria a las 7am viendo imagenes de hojas de otoño?¿? E X T R A Ñ O no lo creen!!

     

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